martes, 18 de diciembre de 2012

SEMIOLOGIA DE LOS GENITALES MASCULINOS





El aparato reproductor masculino consta de testículos y epidídimos situados en el escroto, los conductos deferentes contenidos en los cordones espermáticos, las vesículas seminales, y los conductos eyaculatorios, como la próstata, las glándulas de Cowper y el pene.


Estos órganos se dividen en dos partes, según su ubicación: órganos genitales internos que comprenden los testículos, epidídimos, próstata, glándulas de cowper, conducto deferente, vesículas seminales, conducto eyaculador y uretra y órganos genitales externos, el pene y escroto también se han clasificado según su función en órganos esenciales y órganos accesorios, tomando como órganos esenciales las gónadas masculinas los testículos y como órganos accesorios los conductos, glándulas sexuales adicionales y los genitales externos.



Inspección 


Buscaremos como es el desarrollo de los genitales, distribución del vello pubiano, si hay presencia de cicatrice y erosiones, fistulas, infecciones, secreciones, ulceras. También si hay masas visible y examinar glande y prepucio. Con esto podemos verificar si hay:





· Hipospadia: defecto congénito en que el meato urinario se encuentra en la cara inferior del pene.

· Epispadia: defecto congénito en el que el meato urinario se encuentra en la cara superior del pene.
· Fimosis: tirantez del prepucio del pene que impide la retracción de la piel sobre el glande.


· Parafimosis: incapacidad del prepucio para volver a su posición normal después de haber sido retraído hasta detrás del glande.

Hay que evaluar la región inguinal y crural al toser: Es la prueba de esfuerzo.


Palpación



· Se evalúa escroto y testículo, epidídimo, cordón espermático.

· Se describe la superficie, el tamaño, si hay sensibilidad o no a la palpación.

· Para examinar el testículo se debe empezar levantándolo.

Otras malformaciones son:
Hidrocele: es una masa no reducible, difusa, densa, con transiluminación positiva. El testículo y el epidídimo están en la parte posterior.





Varicocele: es una de las causas de esterilidad. Es una masa blanda acompañando al cordón, separada del testículo y del epidídimo, no fluctúa, la transiluminación es negativa. Hay desaparece y disminuye en posición supina.






Priapismo: es una enfermedad que causa intenso dolor, por la que el pene erecto (sus cuerpos cavernosos) no retorna a su estado flácido por un tiempo prolongado (esa erección sucede en ausencia de estimulación física y psicológica).







Orquitis: es la inflamación de uno o ambos testículos, causada con frecuencia por infección o traumatismo y una de las causas del escroto agudo y de azoospermia.






La criptorquidia: es un trastorno del desarrollo en los mamiferos que consiste en el descenso incompleto de uno o ambos testículos a través del canal inguinal hacia el escroto.



 

Quiste epidídimo: Es un nódulo tenso, no reducible, delimitado, en la parte posterior del testículo, en cualquier área del epidídimo.





 
Hidátide: se encuentra en la cara anterior-superior del testículo nódulo quístico. Localizado anteriormente.







Epididimitis: inflamación, hinchazón y dolor. Antecedentes: cirugía reciente. Produce infección de las vías urinarias, hay mejoría al elevarle los testículos e inmovilidad del escroto.




Torsión testicular: es el testículo aumentado de volumen, muy doloroso, hay engrosamiento del cordón, comienzo súbito. No alivia al elevar. Es de un momento a otro es decir que la persona aparenta estar sana.





Tumor testicular: el testículo aumentado de tamaño irregular, varia de volumen y área de afectación puede acompañarse de hidrocele.







Las hernias


Es la salida del contenido a través de una cavidad a través de un defecto de la pared de dicha cavidad.

Se nombran de acuerdo al lugar que se encuentren:

· Hernias abdominales

· Hernias reducibles

· Hernias encarceladas

· Hernias estranguladas

· Hernias de ritcher

Una hernia está constituida por los siguientes componentes: saco, contenido y cubierta.

  • Hernia inguinal indirecta:

Hernia inguinal indirecta: se presenta en forma de masa alargada ligeramente elíptica que atraviesa el anillo inguinal y desciende siguiendo el cordón por distancia variable hacia el escroto. La masa suele ser reducible y luego de la reducción suele percibirse un engrosamiento del conducto a nivel del borde superior. La forma en la cual el saco herniano desciende cuando el paciente tose o hace esfuerzo permite veces distinguir una hernia directa de una indirecta. Si el dedo se dirige hacia arriba a través del anillo externo, hacia el anillo interno, y el paciente tose o hace un esfuerzo, puede percibirse la masa herniaria chocando contra la punta del dedo. Si el dedo se dirige directamente hacia el triangulo de Hesselbach, el saco de una hernia indirecta tocará lateralmente el dedo del examinador.


  • Hernia inguinal directa:

aparece como hinchazón globulosa cerca del pubis; proviene directamente de la región del triangulo de Hasselbach. Casi siempre es reducible y rara vez penetra el escroto. El saco choca directamente con la punta del dedo.

  • Hernia escrotal:
Si una hernia escrotal no puede reducirse debe distinguirse de las lesiones nacidas dentro del escroto. Sin la hernia escrotal es reducible, adopta las características de una hernia indirecta, y cuando está reducida puede seguirse hacia arriba a lo largo del conducto inguinal hasta el anillo abdominal interno. Cuando el paciente tose o hace esfuerzo, se ve un saco que va hacia abajo siguiendo el conducto inguinal en lugar de salir directamente del triangulo de Hasselbach.


 
  • Reductibilidad de una hernia:
Esta debe comprobarse siempre con el paciente en decúbito, ya que estando el paciente de pie los esfuerzos manuales efectuados para reducir el saco y su contenido puede causar incarceración o estrangulación. En muchos casos la hernia se reduce inmediatamente el paciente se acuesta y la musculatura de la pared abdominal se relaja. De lo contrario, suele poderse lograr la reducción con presión cuidadosa efectuada en el saco.



  • Hernia crural:
Una hinchazón irreducible situada directamente por encima del anillo crural, que transmite el impulso de la tos, es indudablemente una hernia crural. El diagnostico depende de la localización adecuada del conducto crural y de distinguir el impulso transmitido por una hernia y el trhill transmitido por una variz de safena.

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